Gracias a esta norma recogida en el BOE desde febrero de 2021, muchas personas con pérdida auditiva o sordera podrán salir del aislamiento en el que se encontraban desde el inicio de la pandemia y del uso de mascarillas obligatorio para frenar el contagio.
Han sido muchas las personas, con pérdida auditiva o no, que han exigido una alternativa a las mascarillas opacas que todos conocemos y utilizamos desde que toda esta situación sanitaria comenzó, para permitir la lectura de labios a las personas que lo necesitaran debido a sus condiciones físicas.
Como todos sabemos, una de las principales fuentes de transmisión del Covid – 19 es a través de las partículas que se generan cuando una persona tose, estornuda o espira cerca de otra persona que no vaya protegida adecuadamente. Permanecen poco tiempo suspendidas en el aire para caer sobre el suelo o superficies cercanas, pudiendo infectar a cualquier individuo que toque dichas superficies y posteriormente se toque la cara, nariz o boca.
Gracias a las mascarillas podemos evitar que esta situación suceda, pero a su vez nos ha limitado la comunicación no verbal de la cara y que muchas veces nos daba mucha más información que unas palabras. Es por eso que las personas que padecen algún tipo de pérdida auditiva hayan perdido ese beneficio que tenían a través de la lectura labial, la expresión facial o el uso del lenguaje de signos y que utilizaban para comunicarse con el resto de personas de su entorno.
Como fruto de todo el esfuerzo de la comunidad sorda en España, liderados por Marcos Lechet, son muchas las personas que han apoyado la iniciativa creada para conseguir la homologación de las mascarillas con ventana transparente, habiendo llegado a conseguir más de 100.000 firmas a favor.
El propio Marcos Lechet se reunió, durante la campaña para la regularización de dichas mascarillas, con el con el entonces ministro de Sanidad, Salvador Illa, así como con la directora de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), María Jesús Lamas.
Quería que fuera obligatoria una certificación y cumplimiento de la normativa vigente y que dichas mascarillas se acreditaran con la ESPECIFICACION UNE 0065:2020 (española) CWA 17553:2020 (europea) y el CERTIFICADO ITEL C-12939.
Se ha conseguido que existan mascarillas higiénicas transparentes con garantías certificadas de protección: desde mediados de febrero, el Boletín Oficial del Estado incluye la presencia de las mascarillas transparentes en la nueva regulación de las mascarillas higiénicas.
El escrito indica que se deben cumplir una serie de requisitos para su comercialización y se establecen una serie de excepciones para el filtrado. Se recoge que en las mascarillas que tengan partes destinadas a permitir la lectura labial y que no facilite el paso del aire inhalado o exhalado, se permitirá que la eficacia de filtración de partículas indicada no se refiera a esas zonas, siempre que se indique en la etiqueta. Deberán permitir una visión nítida y sin empañamiento para asegurar que no se obstruye la respiración.
Para fomentar su utilización y darlas a conocer, ya han sido muchos los municipios que han hecho reparto gratuito de dichas mascarillas entre comercios, colegios y centros sanitarios para promover su uso y ayudar así a las personas con deficiencias auditivas o problemas de hipoacusia.
Por concluir, queremos dar la enhorabuena a este colectivo que se ha visto vulnerable ante la situación que nos ha sobrevenido y que ya cuenta con las garantías de que podremos eliminar esa barrera de comunicación que se había creado desde el comienzo de la pandemia y poder de esa manera garantizar su seguridad a la vez que la accesibilidad.
